lunes, 9 de noviembre de 2009

Polución y alergia

A pesar de que en el entorno urbano la vegetación es notoriamente inferior a la que se puede encontrar en un entorno rural, y de que en éste último las concentraciones de polen en suspensión son superiores, la prevalencia de polinosis es mayor en la ciudad que en el campo (D'Amato, 2000).

Esta aparente contradicción es explicada en base a la situación de estrés en que viven las plantas en las ciudades, donde están sometidas a siegas repetidas, a la acción de pesticidas y a la contaminación ambiental (Armentia et al., 2005), todo lo cual potencia la acción alergénica de los granos de polen.

El daño continuo sobre las plantas del entorno urbano puede hacer que sufran una sobre-expresión de proteínas de estrés en el polen y ya que estas proteínas son los alérgenos principales, hace que el polen del entorno urbano con mayor cantidad de proteínas desencadenantes de procesos inmunes en la población, tenga un poder alergénico mayor que el polen procedente de plantas no sometidas a situaciones de estrés.

De cualquier forma, la causa más importante de la mayor incidencia de polinosis en la población de las ciudades se debe a la contaminación del aire. Se ha demostrado que la contaminación atmosférica potencia la acción alérgica de los granos de polen, fundamentalmente la asociada a las partículas procedentes de la combustión de los motores diesel (Feo Brito, 2003).

La combustión de combustibles diesel origina las denominadas "partículas de escape diesel" (PED), las cuales son pequeños núcleos de carbón rodeados de hasta 700 componentes orgánicos diferentes de alto peso molecular, sobre los que se sitúan los alérgenos polínicos desprendidos de los granos de polen por roturas de los mismos motivadas por condiciones adecuadas de lluvia y humedad. De esta forma las PED actúan como transportadores de las proteínas polínicas, formando aerosoles alergénicos con elevada penetrabilidad en el aparato respiratorio (Knox et al., 1997), y alta capacidad para desencadenar episodios de asma en los individuos sensibilizados.

Además las PED aumentan el efecto que tienen las sustancias proinflamatorias que emiten los granos de polen de las especies mas alergógenas y que activan directamente las células inflamatorias del organismo.